Pa, Pa, Pa, Pa cantándole a la Esperanza

Pa, Pa, Pa, Pa cantándole a la Esperanza

Cuando era chico aprendí que ICA era un desierto, también era la tierra del Pisco, de la uva, de los pallares, tierra de Valdelomar y Servulo Gutiérrez; que existía Luren y Yauca, que todo lo que se sembraba brotaba; que en algún momento hubo muchas lagunas.
Creciendo poco a poco pisas tierra, un día maduras y te das cuenta sobre “la chanfaina” que vives. Todo termina por llegarte, aburrirte, hostigarte pero no olvidemos nunca lo que la vieja canción de Los Prisioneros nos enseñó: un poquito de amor puede cambiar al mundo, muchachos. Amor y esperanza, aunque siendo realistas es mas fácil alarmar, psicosear que dar una pizca de esperanza.
Cambiar el mundo es una difícil tarea pero tenemos que “morir en el intento”, y me refiero al tema de moda, el terremoto de pisco, por alguna misteriosa razón, mientras, muchos señores con sobrepeso, llenos de “stress”, con una corbata y algunos dólares en el bolsillo acaparaban medios y la atención de mucha gente, otros andaban gastando energías y poniendo los hombros por los damnificados allá en la tierra donde Valdelomar paso infancia dulce, serena, triste y sola, claro para todos hay chamba y sobretodo una misión.
Tras una desgracia somos pocos los que levantamos las manos y eso esta mal, podemos hacer mucho por el prójimo pero es algo que no vale 3 o 4 créditos, tampoco esta en el horario escolar y pocas veces es una conversación en casa. Somos personas, ¡somos fe!, ¡somos esperanza amigos!, acaso no somos la prueba de que tenemos un Dios que esta con nosotros en cada momento, en los buenos y malo, ese Dios misterioso, ese Dios Padre, hijo y espíritu; ese Dios amigo, hombre, verdad y vida; ese Dios de Pentecostés, el Dios de Abraham, el Dios de David, el Dios de todos, no es Nostradamus, tampoco el tarot y menos el Dios Dinero porque aunque profetices, entiendas todos los misterios y poseas toda la riqueza y todo el conocimiento. Aunque tengas toda la fe y muevas todas las montañas. Si no tienes amor, no eres ni mierda.

Vero Urbina Verona
JMV-SVICA