Unidos en Oracion


Como parte de la Familia que pertenecemos nos unimos en oracion por el alma del P. Emiliano.

Son tiempos dificiles, pero no perdamos la esperanza de la Vocacion.


JMV.SVICA


Compartimos:


CIRCULAR # 17
Lima, 17 de octubre del 2007

A los Superiores y Comunidades Locales,
Queridos Hermanos,


Reciba mi cordial saludo. ¡Dios les bendiga y fortalezca en la misión que tienen!
Les participo con tristeza y esperanza, la noticia del fallecimiento del querido P. EMILIANO RODRIGO CONDE, quien el día de ayer martes 16, a las 19 hrs aproximadamente, falleció de un infarto en la casa parroquial de San Vicente de Paúl de Surquillo.

El P. Emiliano Rodrigo Conde, nació el 27 de mayo de 1928, en Riocerazo, Burgos (España), hijo de Don Desgracias y Doña Victoriana, formó parte de una familia de 14 hermanos. Sobreviven sus Hermanos Cristóbal y Daniela, quienes desde España se unen a nosotros en el dolor y la esperanza cristiana.

El P. Emiliano ingresó a la Congregación de la Misión en 1948, en el Seminario de Hortaleza (Madrid), e hizo su incorporación el año de 1949, realizó sus estudios de teología en Cuenca y Londres, recibió el orden sacerdotal el 13 de septiembre de 1954.

El P. Emiliano llegó al Perú el 18 de julio de 1961, proveniente de la Misión en Cuba. En su ministerio de misionero vicentino en el Perú, alcanzó el Título Pedagógico en Educación Nivel Secundario.
En sus 46 años de su servicio pastoral en el Perú, desempeñó los siguientes oficios: En Nueva Esperanza, Villa María del Triunfo, en la actual Parroquia Ntra. Sra. de la Esperanza, fue Párroco y profesor.

En Surquillo, Parroquia San Vicente de Paúl, desempeñó los oficios de Vicario Parroquial, Párroco, Director del Colegio San Vicente de Paúl, Servicio Diurno14 años y en el servicio nocturno, fue 18 años Director.

Sus restos mortales se están velando en la Parroquia San Vicente de Paúl de Surquillo (Avda. Angamos Este 649), y la misa exequias será el día de mañana jueves 18 a las 10 de la mañana en la misma Parroquia e inmediatamente después será el sepelio en el Cementerio El Angel, en el Pabellón San Vicente de Paúl.

Unámonos en la esperanza que nos da la fe en la Resurrección, y que ello nos consuele y nos anime a seguir orando por el aumento de las vocaciones al sacerdocio ministerial. El recuerdo del P. Emiliano nos es muy grato, su talante de Hermano cercano, su espíritu de pedagogo en clase, en el confesionario, en las homilías, quedan para nosotros, entre otras virtudes, como motivos de ejemplo de misionero vicentino, fiel a Dios y a la Congregación hasta la muerte.

Este año, nos ha resultado muy fuerte, y que sea el mismo Señor, de quien procede bien, que nos fortalezca para seguir adelante en esta misión.

Su servidor,


P. Rubén Pedro Borda, cm.
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