Conmoción, dolor angustia…miedo, confusión, desconcierto…incredulidad, tristeza inenarrable, ira…en estos momentos sombríos, se que ni siquiera esas palabras expresan a cabalidad tu sentir tras haber sufrido una tragedia.
Siento y entiendo tu aflicción, oigo las preguntas que te acosan. Veo el horror, que te invade. Se de los estragos, la devastación, la pena de tantas vidas perdidas, y me conduelo. Participo de tu sufrimiento y tu pesar.
Soy consiente de que en estas circunstancias muchos piensan que es imposible encontrar paz. Les embarga la angustia y toda una gama de sentimientos confusos. Algunos se preguntan si me importa que hayan perdido a un ser querido. Otros, si me afectan que se les desgarre el corazón. A lo mejor quieres saber si me doy cuenta de lo que te sucede. Claro que si, y tu dolor me conmueve vivamente.
Sufro por ti y deseo consolarte. Quiero aplacar tu dolor y despejarte los pensamientos. Quiero darte una paz que sobrepasa todo entendimiento. Quiero darte tranquilidad aunque lo hayas perdido todo. Quiero trocar tu miedo en serenidad, aliviar tu aflicción, tu zozobra y tu confusión.
Te sientas como te sientas, por muy grande que sea tu pesar o tu desesperanza, te ruego que me pongas a prueba. Prueba Mi amor. Permíteme que te consuele, te tranquilice y te libre del temor.
Te tiendo la mano. Si la tomas e invocas Mi ayuda, aunque no entiendas nada, aunque no sientas más que turbación, aunque el dolor te parezca insoportable, si pones tu confianza en Mí, te daré una paz que sobrepasa todo entendimiento. Puedes encontrar sosiego. En medio de tanta destrucción y desespero, de tanta muerte y dolor, hallaras consuelo en Mí.
Quiero responder a las preguntas que te atormentan. Deseo aliviar tu angustia y pesadumbre de espíritu. Ponme a prueba. Te espero con los brazos abiertos para consolarte. Por difíciles que sean las circunstancias, puedo darte plena paz, liberarte del miedo y comunicarte fuerzas para salir adelante. Seré para ti una luz en medio de las tinieblas que te rodean, ¡ya lo verás!
Si ya me conoces, habla más conmigo. Puedes dirigirte a mí en cualquier lugar y a cualquier hora del día. Seguidamente, si haces una pausa y prestas atención, yo te responderé. Te hablare al corazón y a los pensamientos, y te brindare consuelo y orientación en estos momentos difíciles. Cuenta conmigo para que te sostenga y consuele.
Siento y entiendo tu aflicción, oigo las preguntas que te acosan. Veo el horror, que te invade. Se de los estragos, la devastación, la pena de tantas vidas perdidas, y me conduelo. Participo de tu sufrimiento y tu pesar.
Soy consiente de que en estas circunstancias muchos piensan que es imposible encontrar paz. Les embarga la angustia y toda una gama de sentimientos confusos. Algunos se preguntan si me importa que hayan perdido a un ser querido. Otros, si me afectan que se les desgarre el corazón. A lo mejor quieres saber si me doy cuenta de lo que te sucede. Claro que si, y tu dolor me conmueve vivamente.
Sufro por ti y deseo consolarte. Quiero aplacar tu dolor y despejarte los pensamientos. Quiero darte una paz que sobrepasa todo entendimiento. Quiero darte tranquilidad aunque lo hayas perdido todo. Quiero trocar tu miedo en serenidad, aliviar tu aflicción, tu zozobra y tu confusión.
Te sientas como te sientas, por muy grande que sea tu pesar o tu desesperanza, te ruego que me pongas a prueba. Prueba Mi amor. Permíteme que te consuele, te tranquilice y te libre del temor.
Te tiendo la mano. Si la tomas e invocas Mi ayuda, aunque no entiendas nada, aunque no sientas más que turbación, aunque el dolor te parezca insoportable, si pones tu confianza en Mí, te daré una paz que sobrepasa todo entendimiento. Puedes encontrar sosiego. En medio de tanta destrucción y desespero, de tanta muerte y dolor, hallaras consuelo en Mí.
Quiero responder a las preguntas que te atormentan. Deseo aliviar tu angustia y pesadumbre de espíritu. Ponme a prueba. Te espero con los brazos abiertos para consolarte. Por difíciles que sean las circunstancias, puedo darte plena paz, liberarte del miedo y comunicarte fuerzas para salir adelante. Seré para ti una luz en medio de las tinieblas que te rodean, ¡ya lo verás!
Si ya me conoces, habla más conmigo. Puedes dirigirte a mí en cualquier lugar y a cualquier hora del día. Seguidamente, si haces una pausa y prestas atención, yo te responderé. Te hablare al corazón y a los pensamientos, y te brindare consuelo y orientación en estos momentos difíciles. Cuenta conmigo para que te sostenga y consuele.

Con amor inagotable,
Jesús
0 comentarios:
Publicar un comentario